¿De verdad le duele a Peña Nieto la pobreza de los mexicanos?

Peña Nieto acaba de afirmar que “lo que más le duele es ver la pobreza en que viven tantos millones de mexicanos”.

¿Usted le cree?

Creer en la sinceridad de un dicho semejante, en labios del candidato a la Presidencia de la República por el PRI, requiere más que ingenuidad. Y no debemos estar abiertos ingenuamente a aceptar como moneda auténtica las moneditas que por estos días se nos quieren obsequiar como si tuvieran la calidad de las viejas monedas de a peso con ley de 0.720, cuando pueden ser de vil cobre plateado en un baño de mercurio.

Para dar por buenos dichos semejantes, necesitamos, al menos:

-          No estar crudos de la borrachera de ayer.

-          Acordarnos muy bien de lo que gente así, dijo e hizo durante largos años de nuestra historia.

-          No haber vendido el alma al interés por la dádiva o el hueso.

-          Ser libres de decir lo que pensamos.

-          Estimarnos a nosotros mismos lo suficiente para liberar nuestra indignación porque quieran vernos la cara de idiotas útiles para aplaudir a quienes buscan uncirnos al yugo de la esclavitud.

¿Merece Peña Nieto que creamos sus dichos de campaña, después de las misteriosas sombras en que dejó la muerte de su esposa, la liberación de cargos al tío Montiel, la muerte de la niña Lissette, el homicidio de Enrique Salinas, los regalos de Notarías a amigos que ahora dan fe de que cumplió en su gobierno lo prometido y los desbordados gastos que lleva hechos en su campaña?

A pesar de lo que se diga en contra, los niños deben ser preservados de actuar como malvados

Mi hijo mayor me dijo que no debería de escandalizarme ante el "video de los niños incómodos", el cual, a su juicio, está bien hecho y transmite un importante mensaje. Los niños de hoy actúan con frecuencia, jugando, los papeles que en el video representan.

Su opinión me puso a pensar sobre lo que escribí en la entrada anterior.

Es verdad que los niños de hoy no son como los niños de la época en que mis hijos crecieron. Mucho menos son como los niños de mi infancia. El mundo actual es diferente por causa de la desvalorización moral de la sociedad, en la que mucho han contado la pobreza, la mala calidad de la educación, la degeneración de la institución familiar y el progreso tecnológico ejemplificado en el cine, la televisión y la informática. Hoy he sido testigo muchas veces de actos de bullying y de lenguaje obsceno descarado, en boca de niñas de Secundaria que lo gritan en la calle, por mencionar algunos ejemplos que hacen diferencia en la conducta. Pero no incurriré en la simpleza y falsedad de generalizar diciendo que los niños de ayer eran "buenos" y los de hoy son "malos". Sí diré que para los niños de hoy es más difícil ser buenos que lo fue para los del pasado; pero también que tienen mejores oportunidades de superación y desarrollo humano.

El video de referencia ya ha sido visto por muchos miles de personas. Muchas piensan que debe servir para sacudir las conciencias. En eso estoy de acuerdo.

Sin embargo seguiré pensando que es una falta de respeto a los niños utilizarlos en semejantes representaciones, diseñadas por adultos para el mundo de los adultos.

Ninguna buena intención autoriza a violar los derechos de los niños.

Algunas mentes retuercen la percepción de la realidad y la describen pasando por alto los niveles de responsabilidad de los actores primarios y atribuyendo a los beneficiarios de la acción social formadora del tejido social –los niños en primer lugar- el papel de actores conscientes a plenitud de cuanto ocurre a su alrededor, como si fueran capaces de valorar en toda su complejidad las relaciones causa-efecto. Tal vez se proponen sacudir las conciencias e incentivar las decisiones que corresponde tomar a los adultos para reconstruir la justicia, la equidad, el orden y el amor que deben reinar en la sociedad.

Pienso que así procedieron quienes han diseñado un plan de acción para que la sociedad mexicana tome las decisiones más urgentes y provechosas en vista de las próximas elecciones, basado en videos en que hacen participar a los niños en actuaciones que, en su gran mayoría normalmente ejecutan los adultos. Asimismo pienso que equivocaron el camino y que, en vez de un medio original correctivo y valioso, han atizado el fuego de la confusión y de la deformación sociales, causando daño en primer lugar a los pequeños actores que han sido manipulados para probar algo que ni siquiera es claro para el mundo de los adultos.

Al presentar el video en su programa noticioso de ayer,  Ciro Gómez Leyva preguntó a quien entregó el video, si no habría otros temas y otros enfoques más hermosos del México en que vivimos, que pudieran servir mejor a los propósitos de sus autores. Me pareció un comentario inteligente. Definitivamente la organización “Nuestro México del futuro” ha dado un traspiés reprobable.

El fraude de insistir en valorar la propuesta y olvidar quién propone

El Instituto Federal Electoral y al menos tres de los partidos (PRI, PRD,PANAL) proclaman que los electores deben valorar cuidadosamente lo que cada partido y cada candidado propone a la ciudadanía como proyecto de gobierno, olvidando maliciosamente señalar que más importante es valorar los méritos precedentes de quienes proponen. Porque, con poco que se use la memoria, hay verdaderos delincuentes entre los que estos días de campaña electoral se han lanzado a ganar votos  o, mejor dicho, a asegurarse un largo porvenir de privilegios y de patente de corso.
Es preciso ayudar a que la población tome conciencia de la manipulación que se hace de sus derechos. Es urgente gritar a diestra y siniestra:
 "¡Cuidado con el mentiroso!...
 ¡Alerta con el secuestrador disfrazado de gente buena!...
 ¡Alto a la ingenuidad de dar la mano a cualquier malandrín de probada maldad, que pronuncia bellos discursos y empeña su traidora palabra!...
 ¡Primero hay que fijarse bien en quién promete; después, en qué promete!..."

La paz dichosa del atardecer

Me entristeció la noticia acerca de un querido amigo que ha pasado de hospital en hospital los dos últimos años de su vida. Me dijo que había llegado para él el momento de perderle sentido a la vida, lo cual tomé como un escape a su sufrimiento, porque bien conozco su fortaleza y su vida entregada al servicio a los demás a costa de la renuncia a la propia comodidad. De todos modos a diario lo recuerdo en mis oraciones, confiando en que seguirá alentando en el seno del Amor.
También a mí que cuesta a menudo sobreponerme al decaimiento provocado por la edad y sus achaques; y debo echar mano a los recursos aprendidos en la ayuda a los demás. Uno de ellos es recordar cuando, a la edad de dos años y meses, recorrí un buen tramo de la calle principal de mi natal Morelia sentado sobre el brazo izquierdo de mi padre, quien caminaba llevando a su lado a mi madre, entre la muchedumbre que se movía de iglesia en iglesia, un jueves santo, cumpliendo con la tradición de "visitar las siete casas"; ellos fueron la pareja de ángeles a quienes el Amor me confió... para jamás abandonarme.