Apenas corrió el rumor de que en EE.UU. se piensa que, de ganar Peña Nieto la Presidencia de México, decaerá poco a poco el combate al crimen organizado a causa de los vínculos que suponen existen entre éste y el PRI, el Copetón se lució con una engañosa jugada de poker. Anunció a los cuatro vientos que, de ganar las elecciones, tendrá como asesor externo al General colombiano que acaba de renunciar después de una larga y brillante carrera contra los guerrilleros de su país. ¡Y hubo periódico que se hizo eco con una cabeza como ésta: “Peña Nieto tendrá al mejor policía del mundo”!
Hay gente que se lo cree. Gente que, por sólo ese gesto astuto, votará por el PRI.
Como también la habrá que hará lo mismo por haber leído en el exterior de algún autobús urbano los pregones del Partido Verde: “No más cuotas en las escuelas públicas”, “Cadena perpetua a los secuestradores”, "Vales de medicinas para todos"... El PRI domina las técnicas del engatusamiento de los muchos mexicanos incapaces de un análisis suficiente de los programas políticos de los partidos y de las historias personales de los candidatos, para fundamentar el voto.
Pero los tiempos han cambiado. También abundan los ciudadanos inteligentes y de buena memoria, capaces de desenmascarar las viejas artimañas y sacudir las conciencias de los demás para hacerlos caer en la cuenta de que se aprovechan y se burlan vilmente de ellos.
Pero los tiempos han cambiado. También abundan los ciudadanos inteligentes y de buena memoria, capaces de desenmascarar las viejas artimañas y sacudir las conciencias de los demás para hacerlos caer en la cuenta de que se aprovechan y se burlan vilmente de ellos.
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